martes, 29 de junio de 2010

FORMACION RELIGIOSA

Dejad que los niños se acerquen a mí.


El ser humano se caracteriza por su dimensión espiritual. Espiritualidad que se ha de enriquecer con la práctica de una Religión determinada, basada en el conocimiento de la misma. No olvidemos que no se puede amar aquello que no se conoce. La familia debe ser donde comiencen los primeros pasos de sus hijos e hijas en esos conocimientos y esas prácticas que conforman el camino para conseguir una riqueza espiritual a lo largo de su vida. Sin duda alguna respetando todos los credos y la libertad de cada persona a elegir el que crea oportuno.

Tanto los católicos como los que profesen cualquier otra Religión tienen el derecho a vivir su fe de manera auténtica y coherente, pero nos vamos a centrar en la Religión Católica puesto que es la que conozco, y por tanto, mi reflexión va dirigida a los Cristianos Católicos. La formación en la Religión Católica, sobre todo dirigida a los más pequeños, es necesaria para adquirir unos conocimientos que les lleve a la práctica responsable de nuestra Religión. En principio, como ya hemos apuntado, ha de ser la familia, la que inicie a nuestros niños y niñas en la espiritualidad. Se trata de un derecho que a nuestros pequeños no se les puede negar.

Por su parte, la Escuela; ha de ser en su Centro de Enseñanza, donde el alumno debe recibir una formación integral, en la que se incluyan unos conocimientos de su Religión que son necesarios para adquirir unos conocimientos básicos sobre la misma, y como parte de la cultura que ha de recibir.

Por último, y para que esta formación sea la más completa posible y forme parte de la vida del ser humano, se le deben proporcionar todos los medios necesarios para que puedan vivir su fe en Comunidad. Es decir, debe ser la Parroquia; su Centro Religioso, en el que el bautizado tenga la posibilidad de celebrar su fe en el Credo al que pertenece. Estos tres pilares son fundamentales para que las personas que así lo deseen puedan vivir su fe de forma auténtica y coherente.

Sería conveniente que los cristianos de a pie nos planteáramos cómo queremos vivir nuestro Credo, cómo queremos trasmitirlo a nuestros hijos y así poder exigir tanto a los formadores, (Escuela), como a nuestras autoridades eclesiásticas, (Parroquias), la enseñanza necesaria para que nuestro derecho sea atendido de la forma más digna posible.

No se puede permitir el planteamiento de si en un colegio, se da o no se da clase de Religión. Esta demanda debe ser atendida por el Centro escolar hacia los alumnos cuyos padres así lo demanden. Reiteramos, la enseñanza de cualquier Religión a la que el alumno pertenezca. Es un derecho que no se les puede negar a nuestros hijos. Derecho que les pertenece simplemente por tratarse de seres humanos. Derecho por el que los padres han de luchar, tanto en el Colegio pidiendo la clases de Religión para sus hijos, como en sus Parroquias, acercándose para que sus hijos, y también ellos mismos, ¿por que no?, puedan recibir las Catequesis necesarias para ayudarles a vivir como verdaderos cristianos. Como verdaderos seguidores de Cristo. De otro modo la formación religiosa no sería; no es completa, y los cristianos debemos conocer a Cristo para amarle, amarle para seguirle y seguirle para intentar imitarle.

2 comentarios:

mariant iberi dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en la necesidad de una formación espiritual en las escuelas, a cada uno según su credo. La ausencia de espiritualidad sólo fomenta esta sociedad hedonista y egoista que tenemos ahora.
En cuanto al catolicismo me gustaria una reforma que creo imprescindible para acercar de nuevo la palabra de Cristo a las personas, no solo a los niños, creo que los ciudadanos se sienten cada vez más lejos pero no creo que sea del gran mensaje de Jesus que ese está más vivo y vigente que nunca sino de la parafernalia que la iglesia ha creado.
Cuando acudo a una iglesia veo siempre gente mayor pero muy pocos jóvenes, creo que eso debería ser una causa de reflexión para la jerarquía eclesiástica, creo imprescindible una revolución dentro de la iglesia católica como por ejemplo intentar unificar a todos los cristianos aunque con ello hubiera que renunciar a formas y modos que por otro lado están cada vez más obsoletos.
La palabra de Cristo es lo importante no las formas y esa es común a todos.
Un abrazo.

Tj Garcia dijo...

Gracias por tu comentario Mariant. El mismo plantea la realidad que la Iglesia Católica está viviendo en la actualidad, pero no debemos olvidar que nuestra Iglesia ha pasado por etapas muy dificiles.

Tengamos esperanza en que vengan tiempos mejores para los cristianos.

Jesucristo no abandona la Iglesia que El mismo fundó. Se trata de buena voluntad por parte de todos; desde la jerarquia eclesiástica al cristiano de a pie.

Confiemos en que asi sea.
Un saludo.
Gracias por las fotos.
Eres una fenómena.

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