martes, 3 de agosto de 2010

SOBRE LA ROJA

La consabida frase “pan y circo”, fue creada en el S. I. por el poeta romano Juvenal. Con ello describe la costumbre del Emperador Romano de regalar trigo y entradas para los juegos circenses, carreras de carretas y entretenimientos varios para mantener a los ciudadanos distraídos y así el pueblo llano no se ocupaba por los problemas de la política.

Por otra parte, la cita de karl Marx el “opio del pueblo”, ya había sido utilizada anteriormente por filósofos como Kant y Herder, entre otros, y viene a significar algo así: “La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la misma” y “La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma: es el “opio del pueblo”. Esta fórmula u otras semejantes se han seguido utilizando a lo largo de la historia, y en la actualidad no podía ser menos.

Podríamos utilizar los términos equivalentes, “pan y toros”, o “pan y fútbol”. Este último sería el que mejor nos sirve para el presente comentario. Como vemos, no ha sido difícil en la historia de la Humanidad tener al ser humano entretenido, alienado. Se convence con poca cosa. Los dirigentes pronto se dan cuenta que los ciudadanos no son exigentes en las cosas importantes. Y la verdad es que así nos va.

Si analizamos los términos mencionados anteriormente, comprobamos que sus fines son dos y muy claros. Por un lado se ofrece al pueblo pan, que puede ser cualquier tipo de “regalo” que se ofrece al vulgo para que el agradecimiento se transforme en votos, en el caso de la política y en adeptos, en el caso de la religión. Por otra parte se le da espectáculo para que se entretenga. Así no se ocupa del funcionamiento de la política ni de los problemas por los que esté pasando el pueblo llano. En caso de la religión, ésta le proporciona la resignación necesaria para que no se revele contra su situación.

Estas frases las traemos a colación, dado que acabamos de vivir en nuestras vidas una situación un tanto especial: una competición a escala mundial que ha conseguido paralizar el resto de las actividades de los ciudadanos. Por tanto nos vamos a centrar en la frase: “pan y fútbol”.


Estoy segura de que no hay mayor opio que un campeonato de fútbol de estas características para entontecer a todo un pueblo que consigue perder la noción del tiempo y vivir durante el periodo que dura la mencionada competición, por y para los partidos que se celebran, y si es tu selección la que se lleva la copa, la cosa llega a tal extremo, que el éxtasis se apodera del pueblo y se olvida de todo lo que no esté relacionado con el balón. Lo que pase en el país, a la gente le importa un pito. Nunca mejor dicho. En los medios de comunicación solo aparecen noticias relacionadas con el fútbol. Lo demás carece de interés. Se ignoran en los medios todo lo relacionado con los problemas que se derivan de las concentraciones masivas en las calles de gente en estado de efusión debido al triunfo mezclado con la alegría añadida a causa del consumo de alcohol en cantidades considerables.

Que aparece el mobiliario urbano en estado lamentable. No importa. Solo el triunfo de nuestros campeones. Que se producen reyertas callejeras con heridos y, tanto a las ambulancias como a la policía se le acumula el trabajo. Tampoco importa. Somos campeones. Somos los mejores.

La verdad es que representa un orgullo nacional que nuestros jugadores resulten campeones mundiales y sean recibidos como tales por las más altas personalidades del país, así como por el pueblo llano, que los recibe con gran alegría saliendo a la calle masivamente: fue imposible cuantificar a los seguidores que había en la calle.

Sin ánimo de convertirme en aguafiestas: nada más lejos de mi intención, pero dada la situación que está viviendo nuestro país, yo no salgo de mi asombro pensando si la gente que se moviliza para este tipo de actos, no tiene suficientes razones para manifestarse en contra de la crisis, no solo económica, sino de todo tipo de valores que estamos padeciendo. No se movilizan para manifestarse en contra de la gran cantidad de parados que contabilizan ya las listas del paro. Para manifestarse en contra de los recortes que el gobierno ha realizado a asalariados y jubilados. En la actualidad el opio del pueblo no es la religión, el opio del pueblo, de nuestro pueblo es el propio Gobierno. Un Gobierno que se dedica a deformar la realidad manipulando los medios de comunicación para dar al pueblo las noticias que le conviene.

Cuando toca deporte, pues al pueblo le damos deporte. Hay que buscar la formula de aborregar al pueblo. Un tema muy socorrido por las televisiones es el cotilleo. Pues se le da cotilleo en cantidades astronómicas y con gran cantidad de vísceras. Todo vale con tal de que el ciudadano de a pie se entretenga, no piense y se lo pase bien. Alguien me dijo un día, comentando este tema, que “estos famosillos del tres al cuarto que llenan las pantallas actualmente, se han convertido en los bufones del S. XXI”. Nos entretienen. No nos dejan pensar. Y cuando es nuestra selección la que gana un campeonato mundial, pues la alegría que nos invade no tiene precio.


¿Hemos hablado de precio? Bien, pues de lo que no se habla, o por lo menos, no de forma clara es del presupuesto económico que este evento supone para el país.

Nunca he sido futbolera. Ni lo soy. Pero al final te enteras de todo porque los medios no hablan de otra cosa y se te quedan, aunque no quieras, algunos términos. En principio se habla de las primas que se otorgaran a los jugadores como recompensa por conseguir la copa. Seiscientos mil euros. Esta es la cantidad que se comenta que recibirá cada jugador y que se ha de multiplicar por veintitrés. No lo entiendo. ¿No son once los jugadores? Perdón, falta el portero. De todos modos no lo entiendo. Ya he adelantado que no soy aficionada al deporte rey. Pues a multiplicar mandan. Pero yo no lo voy a hacer porque con tanto cero me pierdo, no en balde soy de letras. Pero, ¿A nadie se le ha ocurrido pensar qué otra cosa más útil se puede hacer con esa cantidad de dinero?. No creo que los jugadores necesiten esa paga extra porque los sueldos que les pagan los equipos cuando los fichan suelen ser de vértigo. Que alguien me explique lo razonable de toda esto porque yo no entiendo nada. Por otra parte, está el apelativo de nuestra selección: la Roja. ¿Porque la Roja?, ¿si la representa la bandera española que es la que se ha estado exhibiendo en todo momento, y ésta no es solo roja sino que además está compuesta por una franja amarilla?. ¿Por qué la Roja si el último partido, (que por cierto fue el único que vi ), lo jugaron con un chándal azul marino?.

Se ha dicho en todos los medios que esto ha unido mucho a los españoles. Si, pero les ha unido la Roja, no la bandera. Esto ha traído algún que otro enfrentamiento en alguna que otra Autonomía. Lo que pasa es que por este tema se pasa de puntillas. Si, por lo que hablábamos antes de la manipulación de los medios. Ni conviene decir las cosas claramente. Ni conviene que la gente sea consciente de la realidad que se está viviendo. Conviene que la gente se entretenga. Evadirla. Que no piense. Que no se altere debido a los problemas, sino que se manifieste de forma festiva para mantenerla con la boca cerrada. Como en el Imperio Romano con el “pan y circo” y en el S. XIX con el “opio del pueblo”. En el S. XXI seguimos teniendo fórmulas para mantener la alienación de los pueblos. La fórmula de “pan y fútbol”, nos vale.

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